El microblading es una técnica de origen tradicional tatuaje japonés. Aunque es muy segura, debes tomar en cuenta varias cosas antes de hacerlo. Se hace con bisturí biselado con 14 agujas, mucho más finas que las convencionales. De esa manera, se insertan los pigmentos líquidos en la parte más superficial de la epidermis, trazándolos para darle forma de pelo y para que se vea más natural. El profesional que lo realiza, debe tener pericia, por lo que es conveniente ver trabajos anteriores de la persona con la que te lo harás.

Este tratamiento es temporal. Dura entre un año y dos. Es apto para mujeres y hombres, sin importar el color de la piel, ya que los colores se pueden mezclar para obtener el tono exacto de la persona. Los pigmentos usados son hipoalergénicos, por lo que reduce la probabilidad de alergia. El proceso se hace bajo anestesia local tópica.

Aunque tiene pocas desventajas, debes considerar no hacerlo si estás embarazada, padeces diabetes, hemofilia o hepatitis. Tampoco si estás tomando ciertos medicamentos. Lo recomendable es que vayas con quien te hará las cejas y converses tus opciones. Mira en el vídeo cómo se hace.